En 2009, estos hermanos de 10 y 8 años y su madre se mudaron de Mumbai a Pune en busca de una vida mejor. Sin embargo, la vida ha seguido siendo difícil para ellos. Su madre trabaja como chatarrera y gana alrededor de 1€ al día. Para mantener a su familia, sale muy temprano y vuelve muy tarde a su chabola, por lo que los niños han tenido que confiar en la buena voluntad de sus vecinos para conseguir comida. Antes de ser acogidos en Yashodhara, ninguno de ellos asistía al colegio.
Mientras los otros niños estaban en el colegio, Arjun y Karan llegaron al Hogar, un poco cohibidos. Pero al recorrer la casa y ver sus camas y sus armarios, su expresión comenzó a cambiar. Al llegar sus compañeros, enseguida se pusieron a charlar y a jugar. Fue toda una explosión de alegría conocer a sus nuevos amigos.
El pequeño Karan es muy simpático y extrovertido. Tiene mucha curiosidad, y ha empezado la escuela y las clases de apoyo del Hogar con mucho interés. Arjun ha hecho buenas migas con todos y está integrado como si llevara mucho tiempo ahí.
Para ellos, su nuevo Hogar es una oportunidad para crecer y desarrollarse; para nosotros, su presencia es un nuevo regalo a tratar con cariño y respeto.