La noche anterior al Festival de Holi (celebración de la primavera y el color), los niños de Yashodhara realizaron, junto a otras organizaciones, una ceremonia llamada Holika. La ceremonia simboliza la victoria de la luz sobre la oscuridad y la victoria de un verdadero devoto. Se hizo una gran pila de madera y cuando anocheció le prendieron fuego. Los niños empezaron a rodear el fuego y a lanzar gritos y aullidos, como es la tradición. Había una noche preciosa de luna llena y el festival acababa de comenzar. Luego se dirigieron hacia el Hogar a nutrirse con una deliciosa cena especial y a dormir.
A la mañana siguiente, se despertaron muy pronto y corrieron a buscar a los mayores, que la noche anterior habían dejado preparados barriles de agua y muchos sobres con polvo de colores. Los repartieron y… ¡a correr! Durante toda la mañana se tiraron cubos de agua coloreada, polvo, e incluso mezclaban agua con barro. Correteaban, hacían complots, iban a buscar a sus amigos vecinos… cualquiera que pasara cerca era totalmente bañado de color y alegría. Se preguntaban si en España también se estaba celebrando Holi, pues tenían ganas también de compartir con todas las personas que los apoyan.