domingo, 20 de enero de 2013

MUJERES: SU SITUACIÓN APREMIANTE



La indignación por la violencia contra las mujeres, desatada recientemente por la muerte de Amanat, una estudiante violada en un autobús de Nueva Delhi, se ha extendido a Pakistán, donde una niña de nueve años permanece en estado grave tras ser secuestrada y violada por tres hombres. 

La madre de la niña encontró a su hija frente a su casa ensangrentada y medio inconsciente. Cuando la madre se dirigía a la comisaría, uno de los violadores la detuvo y amenazó con matarla si decía algo. Tras regresar a su vivienda, la mujer se encaminó de nuevo a la comisaría y narró los hechos a la policía, que ha constituido un equipo para detener a los sospechosos, aunque sin éxito hasta el momento.

Mientras tanto, en India, las autoridades han empezado a reaccionar ante la ola de indignación desatada por la violación y muerte de Amanat, y están acelerando la aprobación de nuevas leyes para castigar los delitos sexuales y los asesinatos machistas. También han anunciado otras medidas como la ampliación del número de mujeres policía para atender estos casos y la implantación de una línea telefónica de ayuda. Pero los manifestantes que han salido a las calles piden más: reclaman juicios rápidos y penas de muerte para disuadir a los criminales.

Pero la problemática de la mujer en India y varios países que la circundan, descansa en una mentalidad patriarcal que aprueba y justifica la violencia de género. Ésta empieza por los abortos selectivos, pues en general, las familias prefieren tener hijos varones. Cuando nace una niña, las familias pobres a veces la tiran a la basura o la entierran viva. Tanto el feticidio como el infanticidio femenino producen un índice de población masculina y femenina desequilibrado y anti natural.


La preferencia por los hijos varones se debe a que al casarse, la familia de la novia tiene que pagar una dote a la familia del novio, y también a que los lazos entre la hija y su familia consanguinea suelen romperse una vez que se ha casado. Por lo tanto, es común que los recursos familiares estén destinados a la crianza de los hijos varones, especialmente entre las clases sociales más desfavorecidas. Los chicos no sólo reciben mejor educación, sino que se les alimenta y cuida más.

Las oportunidades de las chicas también se truncan al ser casadas. “Más del 40% de los matrimonios infantiles del mundo ocurren en India”, según un documento reciente de la ONU. El matrimonio priva a las niñas de su infancia y de su derecho a la educación, además de hacerlas más vulnerables a malos tratos por parte de sus maridos, por otra parte aceptados por ellas mismas. En su informe de 2012 sobre los adolescentes en India, UNICEF encontró que más de la mitad de ellos (el 57% de los chicos y el 53% de las chicas) encuentran justificable que el esposo le pegue a su esposa.

Mientras que la necesidad de protección a las mujeres y niñas es dolorosamente obvia, una educación adecuada es absolutamente esencial. Se necesitan cambios profundos en las actitudes sociales para que las mujeres estén más seguras y se sientan integradas como seres válidos y auto-suficientes. Ya que los cambios culturales son lentos, mientras antes se comiencen a sembrar en los niños valores de igualdad, más pronto cosechará la sociedad india los beneficios de los mismos.


Fuentes: BBC News
             El País