martes, 30 de marzo de 2010

Y LLEGÓ LA PRIMAVERA

Después de un largo e intenso invierno llegó. Con toda su fuerza de renacimiento, con los colores que aparecen más luminosos como los colores que dan la bienvenida a la primavera en India en el Festival Holi.

Azul, rojo, amarillo, verde, morado... India celebra de esta forma tan alegre la llegada de la primavera, con sus gentes y sus calles cubiertas de agua y tintes. Millones de indios salen a las calles con pistolas de agua, cubos y, sobre todo, con polvos de tintes de todos los colores.

Es una de las fiestas más relevantes del calendario indio, que se celebra con entusiasmo en todas las ciudades del país con un ambiente festivo que elimina las diferencias de casta y religión.

Se despiertan al sonido de los tambores, llamando al baile a todo el que se atreva a salir de sus casas y participar en una divertida guerra de color.

Es el festival de la diversión, del romance y de la fraternidad; en Holi se celebra el triunfo del bien sobre el mal.
Con la llegada de la luna llena del mes de marzo, las ceremonias se inician el día antes, con una oración en grupo en la que cada familia lanza una espiga al fuego como ofrenda a las divinidades que protegen los primeros frutos del campo.

El hombre de más edad de la familia da inicio a la celebración echando un poco de agua coloreada sobre sus familiares, lo que da pie a los más jóvenes para hacer lo mismo; una ceremonia que simboliza el intercambio de afecto y bendiciones.

En la víspera de Holi, en muchas calles, hombres disfrazados de dioses van encendiendo grandes hogueras y los vecinos se reúnen para ver a las mujeres cantar y bailar alrededor del fuego.

No hay duda de que la primavera es sinónimo de vida, juego, reencuentro, renacimiento, luz y color. Nos encontramos en el momento perfecto para renovarnos, y así lo hace Asha-Kiran, con nuevos retos que se plasman en nuevos Proyectos con la infancia, los cuales afrontamos con energía renovada, con vitalidad, con pasión.


Os iremos contando.

jueves, 25 de marzo de 2010

NIÑOS VULNERABLES

Niños de la Calle son aquéllos que pasan sus vidas en las calles, realizando todas sus actividades diarias y trabajando en ellas para ganarse el sustento. En algunas ocasiones, son las familias las que viven juntas en esta delicada situación; en otras, los niños dejan a sus familias y tratan de iniciar una nueva vida, son abandonados o huérfanos.

Carecen de facilidades para la higiene personal, de servicios sanitarios y de alimentación, lo que los vuelve propensos a sufrir desnutrición, hambre y enfermedades agravadas por sus precarias circunstancias.

La mayoría de los niños que viven en la calle están física y emocionalmente desgastados por la necesidad de ganarse la vida a una edad tan temprana; no disponen de un entorno seguro, de un lugar que consideren como propio, donde se les ofrezca servicios básicos ni la presencia de adultos que los protejan y les den el afecto para desarrollarse y adquirir la confianza necesaria que los prepare para formar parte de la sociedad como ciudadanos plenamente integrados.

Los niños de la calle sin hogar comparten la condición común de estar “fuera de lugar” en los ambientes de la calle, así como fuera de las esferas que se consideran más apropiadas para los niños, tales como el hogar, la escuela y lugares de recreación. Esta condición hace que también se tienda a ubicar a estos niños fuera de las normas y leyes generales de protección de los niños que existen en la sociedad.

Los niños de la calle tienen, en comparación con la mayoría de los otros niños, menores probabilidades de acceder a la educación formal, sea por su mayor movilidad, falta de certificados de nacimiento o una dirección de residencia, o la falta de adultos que les inscriban y matriculen en las escuelas.

Los niños de la calle están particularmente expuestos a ciertos riesgos de salud; se puede apreciar que los niños de la calle tienen un alto riesgo de malnutrición, de problemas de salud mental, de tener accidentes en la calle; están expuestos a altos niveles de contaminación, infecciones crónicas de la piel, mayor exposición a enfermedades de transmisión sexual y SIDA, relaciones sexuales abusivas, y riesgos de embarazos no deseados.

Un término más global, que comienza a calar en las distintas instituciones y organizaciones, que abarca el de Niños de la Calle, es el de “Niños Vulnerables”. Niños sin directrices, niños sin protección.

Algunos ejemplos de niños vulnerables son:

· Niños de la calle.
· Hijos de trabajadores de la construcción, que se trasladan a cada nuevo lugar donde trabajan, construyendo allí nuevos asentamientos.
· Niños que trabajan o mendigan para mantenerse a sí mismos o a sus familias.
· Niños con los que se trafica, y que en ocasiones permanecen en situaciones de esclavitud o semiesclavitud.
· Niños con enfermedades graves, hereditarias o generadas por la situación de precariedad en la que viven.
· Niños que tienen problemas con la ley.

La calle es, a pesar de todo, el principal, y casi el único, escenario de las relaciones sociales de estos niños, sean éstas positivas o negativas. Ellos viven allí y no por eso dejan de ser personas con derechos. Dicho de otra forma, debemos entender y describir sus realidades (sus problemas) desde la perspectiva de los propios niños, su visión del mundo, y no sólo desde la nuestra.

Esta será la mejor forma de que nuestra descripción se ajuste, en la medida de lo posible, a las trayectorias particulares de los niños, a la especificidad cultural y social de sus vidas así como a sus contextos personales. Para conseguir esto, debemos escuchar sus voces, las voces de los niños de la calle.

Así, se podrá pasar de hablar de un término anónimo y vacío, a hablar de una realidad concreta: de las personas que, a pesar de ser niños o niñas, viven en la calle. De esta forma, también, seremos capaces de poder entender mejor el término niños de la calle y la naturaleza de su campo semántico de múltiples y cambiantes significados, tantos como los niños y niñas.

lunes, 8 de marzo de 2010

DÍA DE LA MUJER. NIÑAS DE LA CALLE.

Dentro del colectivo de la infancia en condiciones de vulnerabilidad al que van dirigidos nuestros Proyectos, prestamos especial atención al colectivo de las niñas de la calle, que al igual que los niños, sufren falta de formación, de atención sanitaria, pobreza extrema, maltrato y marginación. Pero en su caso, además, sufren discriminación por no haber nacido varones y su situación es marcadamente desfavorable.

En una sociedad como la de India, donde la importancia de las castas o la dote, donde la imagen y valoración de las mujeres está siempre supeditada a la de los varones, son las niñas, y sobre todo aquéllas con menos recursos, las más vulnerables, pues sufren desde su nacimiento las consecuencias de estas creencias y se ven sometidas a la marginación, la mendicidad, la explotación y el resto de problemas de vivir y trabajar en la calle.

El propio gobierno comienza a tomar conciencia del peligro que supone la situación tan vulnerable de la mujer en la sociedad india.