En una sociedad como la de India, donde la importancia de las castas o la dote, donde la imagen y valoración de las mujeres está siempre supeditada a la de los varones, son las niñas, y sobre todo aquéllas con menos recursos, las más vulnerables, pues sufren desde su nacimiento las consecuencias de estas creencias y se ven sometidas a la marginación, la mendicidad, la explotación y el resto de problemas de vivir y trabajar en la calle.
El propio gobierno comienza a tomar conciencia del peligro que supone la situación tan vulnerable de la mujer en la sociedad india.