sábado, 31 de julio de 2010

YASHODHARA EN KAMSHET

El traslado se ha hecho. Después de dos años de aclimatarse a una nueva vida en el Hogar de Dhanorie, de haber hechos amigos en el colegio y estar sacando buenas notas, de acostumbrarse al programa diario y a unos hábitos de interacción personal convertidos en cotidianos, todo se da la vuelta y cambia.

No es sólo que el Hogar de los niños en Kamshet es más grande, con paisajes y alrededores completamente diferentes, sino también que algunas de las caras familiares de la antigua casa y todas las del colegio son ahora distintas. Y no todo va sobre ruedas, hay que adaptarse.

Con una vida de adaptación a sus espaldas, los niños de Yashodhara son expertos en ello. Sin alboroto innecesario, solo el mínimo para sentirse escuchados y cuidados en medio de las circunstancias cambiantes. Pero aquí yace una importante diferencia: que hay de hecho alguien que escucha y cuida.

Si, la escolarización es necesaria, también obtener medicinas y una alimentación saludable y estancia limpia… pero ese extra - el ser cuidados y escuchados - es la ventaja de los niños de Yashodhara. Esto es lo que completará su educación global y fomentará sus posibilidades de ser emocionalmente inteligentes en sus relaciones actuales y futuras.

Nosotros, fundadores, voluntarios, personal y patrocinadores, jugamos un papel importante en el florecer de los niños, y lo presenciamos con gran placer. Sólo podemos trabajar con la esperanza de que el círculo de los niños de Yashodhara continúe creciendo, y que más y más flores crezcan en él.