Sindhutai Sapkal comenzó su vida siendo una hija no deseada. Su marido, que la maltrataba, la abandonó cuando estaba embarazada de nueve meses, y tuvo que dar a luz sola. El incidente le afectó profundamente y pensó en suicidarse, pero en vez de hacerlo, comenzó a mendigar en las plataformas ferroviarias para poder cuidar de su hija.
Con el tiempo, se dio cuenta de que había muchos huérfanos y niños abandonados en las calles. Habiendo vivido grandes dificultades, decidió adoptarlos y comenzó a pedir más intensamente con el fin de alimentarlos. Es así como surgió su nuevo nombre: “Madre de los huérfanos”. “Decidí ponerme a su servicio y cuidado, y criarlos como hijos propios. Yo estoy ahí para todos los que no tienen a nadie", dice con mucho cariño. A sus 68 años de edad, Sindhutai cobija muchas historias detrás de una fuerte personalidad llena de energía y pasión.
Hasta la fecha, ha adoptado y alimentado a más de 1.400 huérfanos, ayudándolos a obtener educación y apoyándolos para establecerse en la vida. Sinduthai se conoce cariñosamente como “Mai” (madre). No da a los niños en adopción y los trata como si fueran suyos. Algunos de ellos ahora son abogados, médicos e ingenieros.
Con su amor y compasión, Sindhutai ha reunido una gran familia. “Por la gracia de Dios, yo tenía buenas habilidades de comunicación. Podía ir a hablar con la gente e influir en ellos. El hambre me hizo hablar, y esto se convirtió en mi fuente de ingresos. Doy muchos discursos en varios sitios, y esto proporciona algo de dinero que destino para cuidar de mis hijos”.
La vida inusual de Sindhutai es una inspiración. Incluso después de enfrentarse a tantas dificultades, se ha mantenido de pie y se ha dirigido hacia el corazón de todos, demostrando que se puede cambiar una vida y la vida de miles de personas a su alrededor.