Un equipo de Voluntarios españoles y las mujeres de la Comunidad del barrio marginal, intercambiaron platos entre sí en una sesión de cocina y degustación. Ambos grupos enseñaron, aprendieron a preparar, compartieron y saborearon recetas de ambos países.
Todos los presentes disfrutaron mucho. El objetivo de la actividad era que las mujeres y los Voluntarios se unieran de más maneras que el simple compartir de comida, ya que al compartir también tiempo y experiencias, cada grupo desarrolló lazos de amistad, confianza y aprecio por el otro.