Por decreto de Naciones Unidas, el próximo 11 de octubre de 2012 se celebrará el primer Día Internacional de la Niña. Este logro ha sido posible gracias al apoyo del gobierno de Canadá, país encargado de elevar la propuesta a la Asamblea General de Naciones Unidas. Esta iniciativa también ha contado con el apoyo de otros gobiernos como los de Alemania, El Salvador, Guinea Bissau y Paquistán.
Por su parte, la directora de PLAN, la organización Española que respaldó la creación de este día en el calendario internacional, ha recalcado lo significativo de este logro: "Hasta ahora no existía ningún día que se centrara expresamente en la situación de las niñas, uno de los grupos sociales más discriminados y para los que existen muy pocas políticas concretas. En muchos países, las menores son dadas de lado en todas las facetas de sus vidas, desde la escuela al trabajo. Incluso en los peores casos ni siquiera se las deja nacer".
Sesenta y dos millones de niñas no van a la escuela y cerca de 140 millones padecen las consecuencias de la mutilación sexual, al tiempo que diez millones al año son obligadas cada año a contraer matrimonio antes de los 12 años. Además, constituyen el noventa por ciento de menores que trabajan en el servicio doméstico; cada año se trafica con un número de niñas diez veces superior al de esclavos en la época de mayor apogeo de la esclavitud.
¿Quién va a querer educar o invertir en la educación de una niña cuyo único futuro es, según sus padres, casarse y tener hijos?
Un día internacional es mucho más que una fecha en el calendario; es una ventana, una puerta abierta, un foco que centra la atención, en este caso, sobre las más vulnerables entre los vulnerables. Si no invertimos directamente y específicamente en las niñas para garantizar su acceso a salud, la educación, la protección, y permitir su desarrollo vital y emocional, no será posible cumplir seis de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio.
En España, 6.500 ciudadanos firmaron la petición de la creación de un Día Internacional de la Niña y 35 empresas líderes en su sector contribuyeron a difundir el mensaje de apoyo así como a financiar proyectos de educación para las menores.
Contribuyamos activamente, desde nuestras posibilidades individuales, para que las niñas (y niños) del mundo puedan convertirse en sus futuros redentores.
Fuentes: Fundación Luis Vives / Ameco Press / El País / epsocial