sábado, 11 de agosto de 2012
ARREADOS COMO GANADO
Los niños son el grupo de población que probablemente sufre más cuando comunidades enteras son desalojadas de sus hogares o de sus tierras.
El desalojo forzoso de comunidades para dar preferencia a grandes proyectos de desarrollo, renovación urbana, y programas de reestructuración o de embellecimiento, se ha vuelto rutinario en India. Desposeídos y obligados a vivir en condiciones infrahumanas, decenas de miles de personas ven con impotencia cómo sus derechos son violados con respecto a medios de subsistencia, alimentación, salud, educación y seguridad.
Los niños son uno de los mayores grupos marginados. La pérdida de un hogar, medios de subsistencia y de su comunidad, afecta a los niños de muchas maneras. El desplazamiento no es sólo físico, sino también económico y social. La demolición de una casa a menudo implica la pérdida de los ahorros de toda una vida, lo cual no sólo destruye el presente, sino que también apunta a un sombrío futuro para los padres y sus hijos.
Los desalojos forzosos, normalmente acompañados por la falta de rehabilitación adecuada, casi siempre conducen a la miseria económica y social. Para las pocas familias 'rehabilitadas', las condiciones de vivienda son a menudo malas e inadecuadas. El derecho a una vivienda digna implica no sólo la estructura física de una casa, sino también el acceso a servicios básicos, a empleos y a centros educativos. Tanto en las zonas rurales como en las urbanas, los lugares de reasentamiento consistentemente carecen de servicios básicos como agua, saneamiento, electricidad y alumbrado público.
Dado que en la mayoría de los lugares de reasentamiento no hay escuelas operativas, los niños desplazados se ven obligados a frenar bruscamente su educación. Las niñas tienen más probabilidades de abandonar los estudios debido a la falta de seguridad y de acceso a las escuelas. En situaciones de tensión económica, por lo general es a la niña a quien se retira antes de los estudios, al incrementar el trabajo en casa debido a la pérdida deredes sociales y sistemas de apoyo, y el aumento del tiempo que los adultos tienen que estar fuera de casa.
Utilizar las provisiones disponibles en los instrumentos internacionales de derechos humanos como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y la Convención sobre los Derechos del Niño, los cuales India ha ratificado, podría ayudar a cerrar las brechas. Los Principios Básicos estipulan que los desalojos son aceptables sólo en circunstancias excepcionales y después de que todas las alternativas hayan sido exploradas, además de detallar minuciosamente la naturaleza y el alcance de la responsabilidad del Estado en los casos de desalojo.
Reconociendo las vulnerabilidades específicas de los niños y de otros grupos marginados, los Principios Básicos enumeran distintas medidas que pueden adoptarse desde las primeras etapas del desplazamiento con el fin de mitigar sus consecuencias adversas. Si los Principios Básicos fueran incorporados a la legislación y posteriormente implementados, podrían ser de gran ayuda para garantizar que los desalojos forzosos se reduzcan al mínimo y que sus efectos no conduzcan a violaciones de los derechos humanos de los más vulnerables en la sociedad, especialmente los de los niños.
Fuente: infochangeindia.org