Aunque la idea de los microcréditos es positiva en principio y haya instituciones que los administren sabiamente, en India, la ambición de algunos ha cobrado 60 vidas con una serie de suicidios en Andhra Pradesh este año. En los distritos de Krishna, Godavari del Este, Guntur y Prakasam, los suicidios podrían ser más de 200. Sin embargo, la ola de suicidios pasó casi desapercibida en los medios de comunicación.
La crisis en Andhra Pradesh es sólo la punta del
iceberg. A medida que el movimiento de microcréditos se extiende por todo el
país, el peligro de suicidios relacionados con ellos es una posibilidad
a tener en cuenta. La bomba de tiempo se ha puesto en marcha. A menos que el
gobierno evalúe la gravedad de la situación y aplique medidas estrictas, los
hogares rurales pobres seguirán estando a merced de estos 'nuevos’ prestamistas. Las
instituciones micro-financiadoras en cuestión (IMF) han sido acusadas de explotar a personas
de bajo nivel económico con tasas de interés usurarias y de ‘intimidar a los
prestatarios con prácticas forzosas de recuperación de préstamos’. Un angustiado
ministro jefe declaró: “Las IMF han resultado ser peor que los prestamistas debido
al cobro de tasas de interés por encima del 20%”.
Hasta
hace poco, el microcrédito había contado con el patrocinio del gobierno y de
los donantes en Andhra Pradesh. Más de 5.5 millones de mujeres han participado
en el movimiento de microcréditos, con lo que la erradicación de la pobreza no
parecía demasiado lejos. La realidad ha sido muy distinta, ya que,
aparentemente, el microcrédito puede ser diseñado para mantener un bajo nivel de
ahorro con el fin de que el ciclo de crédito pueda continuar.
A
una tasa de interés preferencial de alrededor del 11%, la prestación de
servicios financieros a los grupos de autoayuda es inviable para la mayoría de
los bancos comerciales, así que, por defecto, las IMF han ganado una base de
clientes de más de 200 millones de familias rurales. Es evidente que cuando se
trata de economía, las IFM tienen la vista puesta en sus intereses. La pobreza es
un buen negocio. De lo contrario ¿cómo podrían algunas IMF cobrar estos intereses
a sabiendas de que ningún negocio puede generar suficientes beneficios para
cubrir dichas tasas? Parece ser que la estrategia es mantener a los colectivos vulnerables
en ciclos perpetuos de deuda-crédito-deuda.
La pregunta crucial
es: ¿no estaba al tanto el gobierno del modus operandi de las IMF? ¿No es un
secreto a voces que los micro-créditos devengan intereses por encima del 20%? ¿No
ha aumentado la incidencia de acoso a los prestatarios, tanto en zonas rurales
como en las urbanas? Después de haber participado en la creación de grupos de
autoayuda y de promover instituciones de micro-financiación, el gobierno no
puede desentenderse de la responsabilidad por este desastre.
Sorprende
a muchos que las micro-financiadoras fueron presentadas como una manera de liberar
a las personas de bajos recursos de las garras de los prestamistas
tradicionales, sin sospechar que un día algunas de estas nuevas instituciones harían
palidecer a sus predecesores en la explotación de aquéllos a quienes pretenden apoyar.
Fuente: infochangeindia
Fuente: infochangeindia