viernes, 11 de octubre de 2013

EL VIH Y LAS MINORÍAS DESATENDIDAS


Según la Organización Nacional de Control del Sida (NACO), “El VIH se ha tratado en India durante más de 20 años, pero no se ha dado suficiente atención a las necesidades de las mujeres y los niños”.

Las mujeres que viven con el VIH / SIDA enfrentan difíciles desafíos: suegros que se niegan a darles su parte de propiedades o bienes, hostilidad por parte de la sociedad, casi ninguna red de apoyo y, en ocasiones, hijos seropositivos. WINS, financiado por Ayuda en Acción, ha organizado alrededor de 25 redes de mujeres en el distrito de Chittor de Andhra Pradesh, donde hay alrededor de 800 familias con al menos una persona seropositiva.

“Las mujeres infectadas contemplan el suicidio; deben encontrar una manera de reconstruir sus vidas”, dice R. Meera, de Iniciativas de las Mujeres (WINS). Las mujeres que viven con el VIH tienen la ignorancia, el rechazo y la indigencia como denominadores comunes. Si cuentan con apoyo, algunas luchan por sus derechos. Muchas otras, sin embargo, aceptan su trágico destino y se dan por vencidas cuando la presión las supera.

Por lo general, dice Meera, una menor se casa cerca de los 14 años con un hombre que le dobla la edad. No se le advierte que su futuro esposo es seropositivo. A la edad de 16 años se queda viuda y puede que ya tenga dos hijos. No tiene casa propia, ni comida, ni autoestima. Los habitantes del pueblo no quieren hablar con ella. El hecho de ser una mujer abandonada la vuelve vulnerable a insinuaciones sexuales.

Si su caso llega a ser conocido por una ONG como WINS, “la abordamos y le decimos que el VIH no lo mismo que el SIDA, que puede vivir, y vivir bien”, dice Meera. Comienza a asistir a las reuniones y puede valorar la posibilidad de recuperar los bienes que su madre le dio en el momento de su matrimonio. Tiene derecho a ellos, pero tiene miedo de pedir su parte; ni siquiera su propia madre la apoyará.

Según Meera, “Para evitar confrontaciones, puede que no reclame lo suyo, sino que pida que le sea transferido a sus hijos”. Los suegros le aseguran que así será, pero la realidad es distinta. Si insiste y se da un enfrentamiento, sus suegros la verán como exigente y ambiciosa. Puede que le digan que se marche y se lleve a sus hijos con ella. No tiene dinero ni a quién acudir.

 “Hay algunos abogados que ayudan a mujeres sin medios”, dice Meera. “Tratamos de encontrar buenos abogados y cubrimos algunos costos. Una habitante de la zona rural no puede luchar sin ayuda externa.” Sin embargo, las mujeres menudo arriesgan sus vidas al luchar por sus derechos de propiedad. En 1996, 'Vidya' se casó con un granjero. Un año más tarde, él había muerto de SIDA, Vidya se había enterado de que era seropositiva, y su familia política la había echado de casa. Acudió a los tribunales para reclamar su propiedad. El tribunal de distrito falló a su favor, igual que la corte suprema. En 2008 había muerto... asesinada por sus suegros.


Fuente: hivaidsonline