jueves, 15 de mayo de 2014

OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO: ASIGNATURA PENDIENTE


En septiembre de 2000, las Naciones Unidas establecieron ocho objetivos para erradicar o reducir los principales problemas sociales del planeta. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio fueron el primer programa universal para mejorar las condiciones de vida globales en una fecha concreta: el año 2015. Se pretendía que los países más desarrollados facilitaran mayores y mejores recursos para conseguir derrotar el hambre, reducir la pobreza y las desigualdades de género, garantizar el acceso de todos los niños a la educación primaria, poner coto a las enfermedades y lograr un desarrollo ambiental sostenible.

Ahora, la ONU afronta el fracaso del proyecto más ambicioso de su historia, y trabaja en la elaboración de una estrategia política para proponer una ampliación del plazo y la fijación de nuevas metas. “El drama es que la ONU no tiene poder para imponer el bien común a los verdaderos amos del mundo, que son las sociedades multinacionales”, argumenta un asesor del Consejo de Derechos Humanos. “Quienes toman e imponen decisiones son las 500 corporaciones privadas que controlan más de la mitad del producto mundial bruto. Y lo peor es que organizaciones pertenecientes o asociadas a las Naciones Unidas, actúan como entidades mercenarias de esas grandes multinacionales, favoreciendo la privatización de todos los bienes públicos.”

Los informes que preparan los altos funcionarios de Naciones Unidas pretenderán crear un ambiente de ‘optimismo movilizador’, a pesar de que en 2015 la mitad de la población de la Tierra sufrirá una escasez grave de agua potable y mil millones de personas tendrán que sobrevivir con menos de un dólar al día. Ante tal panorama, sería de esperar que la ONU estimule contundentemente el ejercicio de responsabilidad por parte de los estados que han incumplido sus compromisos sociales.