En los pueblos vecinos del Hogar Yashodhara hay lugares muy pintorescos y bonitos. Aprovechando el tiempo libre, organizamos una excursión a las Cuevas de Bhaja. Son unas cuevas Budistas milenarias que se ubican en Malavli; templos tallados en las entrañas de la montaña. Son de una belleza especial, un lugar que invita al silencio, abierto al cielo.
Subimos unas escaleras que se han construido para poder llegar hasta ellas, y el camino de subida se hizo muy agradable a pesar del calor. Se podía observar toda la llanura, las casas, los campos de cultivo, la vegetación y los pájaros al vuelo.
Una vez en las cuevas, se creó un íntimo encuentro entre los niños y el espacio. Correteando y descubriendo todos los rincones, se abrazaban a las piedras y surgían espacios mágicos de exploración. Algunos tenían la necesidad de buscar un lugar de reposo; otros, un lugar que diera juego a su curiosidad, y se perdían en los laberintos oscuros de habitaciones vacías.
Estaban totalmente encantados por el lugar, felices ante la libertad que les brindaba; y como siempre, disfrutando y agradeciendo lo que juntos compartimos. Eshana. Voluntaria residente en el Hogar Yashodhara.