lunes, 10 de diciembre de 2012

EN PUNTOS SUSPENSIVOS: LA LEY CONTRA EL TRABAJO INFANTIL



En agosto de 2012, el gobierno de India propuso una ampliación a la prohibición de emplear a niños menores de 14 años, en su esfuerzo por encauzar a más jóvenes hacia la enseñanza convencional y compensar, de esta manera, un tema que ha mancillado la imagen del país como potencia económica emergente. La enmienda propuesta a las leyes existentes contra el trabajo infantil impondría una pena de cárcel de tres años y una multa de 690€ a cualquier persona que emplee a niños menores de 14 años en cualquier trabajo, o utilice menores de 18 años en industrias peligrosas.

De ser aprobada por el Parlamento, la enmienda sería el final, por lo menos en teoría, de muchos años de tolerancia oficial ante la utilización de menores de edad en la fuerza laboral. Los activistas pro derechos del niño, así como de la Organización Internacional del Trabajo, dieron la bienvenida a la iniciativa como un hito en el debate sobre el trabajo infantil, aunque admitieron que su implementación supondría un enorme desafío. Una encuesta realizada en 2009 por el Ministerio de Estadística, situó el número de niños trabajadores en 5 millones.

La última iniciativa contra el trabajo infantil incluye disposiciones para que la ley no afecte a las familias más pobres, asegurando el derecho a la educación gratuita y proponiendo becas para compensar las pérdidas económicas de las familias de escasos recursos. Además, bajo la nueva ley, la Policía ya no estaría supeditada a la orden de un juez para poder actuar.

Sin embargo, el Parlamento de India está a punto de cerrar el año sin aprobar la ley contra el trabajo infantil más ambiciosa de toda su historia. A pesar de contar con el respaldo de la mayoría de los parlamentarios, la enmienda ha estado congelada por no considerarse “prioritaria”.

Algunos aseguran que el problema no son las leyes, sino su falta de aplicación. Esta opinión es apoyada por el hecho de que bajo la débil legislación actual, en los últimos tres años sólo se tramitó el 10% de 450.000 denuncias. A pesar de que la mayoría de los parlamentarios indios dicen apoyar la ley, no sienten la urgencia política de someterla a votación. Pero con cada día que pasa, más niñas y niños son condenados a ser pequeños semi-esclavos, en vez de disfrutar de una infancia que apoye su desarrollo con juegos y alegrías.


Fuentes: washingtonpost.com
             avaaz.org