lunes, 14 de septiembre de 2015

EL INFIERNO DEL CIRCO


Cada año, cientos de padres nepalíes venden a sus hijos a circos en India, pensando que les están dando una oportunidad de futuro. Por apenas 30 dólares, los niños abandonan sus hogares para acabar siendo esclavos. En el circo serán explotados, sometidos a abusos físicos y sexuales, y su vida se convertirá en un verdadero infierno. Cuando crezcan, las niñas serán repartidas entre los feriantes como mujeres objeto.

Philip Holmes, antiguo teniente coronel del Ejército inglés, lo dejó todo para luchar contra esta lacra y rescatar tantos niños del circo como pudiese. Su fundación, The Esther Bejamin Trust, ha rescatado ya a cientos de ellos. A esta empresa se ha sumado el motero y escritor Fabián C. Barrio, apoyado por Mutua Madrileña.

Estos pequeños acróbatas son esclavos en potencia. “Estamos hablando de niños que jamás salen de la estructura vallada del circo. Muchos niños esclavos se emplean para la prostitución infantil, y no son infrecuentes los matrimonios forzosos para preservar la tradición circense”, asegura Fabián.

Fabian conoció a Philip en uno de sus viajes en Nepal. En su encuentro, Philip le puso al tanto de la situación límite que vive la infancia allí, donde su ONG no da abasto, literalmente. Adiestrados a base de palizas y tras años forzando sus pequeños cuerpos hasta la extenuación, muchos de ellos acaban lisiados, mendigando por las calles.

Esther Bejamin Trust saca cada año a unos 100 niños de este infierno. Philip organiza constantemente redadas junto a un equipo de voluntarios y policías. Hasta la fecha, su ONG ha conseguido meter en la cárcel a quince traficantes. Desgraciadamente, el tráfico se ha intensificado y están surgiendo nuevas rutas en dirección al continente negro.

Una vez los niños son rescatados, los que están indocumentados son llevados al centro de acogida de Philip Holmes en Katmandú. Allí, los niños pasan por una larga recuperación debido a los trastornos y traumas sufridos. Al carecer de documentación, es casi imposible localizar a sus familias. La inseguridad, el miedo, el rechazo y las pesadillas les acompañan a lo largo de su rehabilitación.

La labor que hace Esther Benjamin Trust es trascendental para miles de niños que se encuentran sin pasado, presente ni futuro. Fabián agradece de corazón a Mutua Madrileña que “desde el principio confiaran en la viabilidad de la expedición y me apoyaran sin pestañear. India tiene veinte millones de niños que trabajan en las calles, y la mitad de los niños de este país son abusados sexualmente al menos una vez en su vida”, denuncia con amargura Fabián.

Al preguntar a Fabián que pueden hacer las personas con respecto al rescate de niños circenses, responde: “Difundirlo. Las historias sólo existen cuando la gente sabe que ocurren”.

Fuente: libertaddigital.com