Todo comenzó cuando Sonal, de 24 años, estaba filmando una película para una empresa. Se encontró con una mujer embarazada que tenía seis hijas y estaba esperando su séptimo hijo. La mujer vivía en la pobreza y luchando por cuidar de sus hijos. Le dijo a Sonal que si tenía de nuevo una hija, estaba preparada para estrangularla al nacer. Incluso estaba pensando enviar a una de sus hijas, de sólo ocho años, a un burdel para que pudiera contribuir al mantenimiento de la familia.
Sonal se congeló al oír estas palabras. Sólo le tomó una hora darse cuenta de que quería ayudar a cambiar la vida de las niñas destinadas a la prostitución y otras ocupaciones no aptas para niñas. En el plazo de tres semanas, fundó Protsahan como una escuela de arte y diseño en una habitación en una zona marginal en Delhi.
Su organización tiene como objetivo empoderar a adolescentes en riesgo con educación creativa y habilidades empresariales para que tengan la posibilidad de romper el ciclo de pobreza y abuso. La ONG hace esto con la ayuda de un modelo creativo que incluye el diseño, el arte, historias digitales, la fotografía, la tecnología y el cine.
“Utilizamos técnicas sencillas, pero con una diferencia. Utilizamos scrabble para enseñarles inglés, caricaturas y fotografías para avivar su interés, educación basada en juegos y arte, y narración digital para hacer de la enseñanza un proceso divertido. Nuestra única misión es fomentar la educación y desarrollo de habilidades creativas a través de enfoques de diseño creativo”, dice Sonal.
Las chicas también asisten a un curso puente de unos dos años junto a los cursos de arte. En el curso puente, los profesores de la comunidad local que han sido entrenados por Protsahan a largo de los años, les enseñan lo básico para que puedan ser admitidas en las escuelas públicas.
Sonal dice que en el sector de las ONG se habla constantemente acerca de la ampliación. “Todo el mundo quiere ampliar. Se ve bien en los informes anuales, se ve bien en todas partes. Pero muchas personas no quieren ver la empatía. Aquí, estamos tratando de trabajar con 400 niñas en los últimos cinco años, asegurándonos de que (...) todo en su vida esté en su lugar, desde el momento en que fueron recogidas en un contenedor de basura hasta el momento en que están en clase.”
Hay un largo camino que recorrer desde la prostitución infantil hasta tener un trabajo gratificante, pero es posible recorrerlo con la motivación y herramientas adecuadas, y un poco de ayuda de parte de personas a quienes realmente les importa.
Fuente: thebetterindia.com