A principios de este año me incorporé en el
Hogar de Acogida Yashodhara como cooperante Voluntaria del Proyecto. Ya conocía el Proyecto y a la mayoría de los niños y niñas, pero aun así, la tarea que debía realizar era desconocida para mí, ya que en mi cotidianidad me movía en parámetros diferentes.
Los primeros días me los tomé para observar y disfrutar; no podía hacer otra cosa ante la maravilla de vitalidad que se respira en la casa. Desde primera hora de la mañana hasta que se pone el sol, un sinfín de actividad; estudio, juegos, rica comida…
El contacto diario con los niños me fue dando confianza y herramientas para trabajar con ellos y poder apoyarlos en su crecimiento y su proceso vital, poniendo un grado de atención en lo necesario para que en su día a día se sientan cuidados.
En las primeras semanas de mi llegada ingresaron en el Hogar cuatro niños nuevos. Sorprendentemente, al instante ya corrían felices y eran fácilmente integrados por todos los compañeros. Para los nuevos es todo un aprendizaje y sus mismos compañeros los guían y apoyan en los estudios, higiene y vida diaria.
También realizo trabajo de gestión y apoyo en procedimientos para el Hogar, aportando mi experiencia de España, asistiendo a las reuniones con el equipo que trabaja para la Fundación, integrándome y compartiendo ideas para mejorar el funcionamiento del Hogar. Una colaboración que siempre es bienvenida por el equipo. Me siento muy apoyada y acompañada todo el tiempo, tanto por los integrantes de Asha-Kiran en India como en España.
Así, estos primeros meses están siendo muy enriquecedores a todos los niveles: tiempo para reflexionar, tiempo para jugar, tiempo para aprender, tiempo para compartir…
Eshana Alcover