Por fin, el esperado Festival de Holi llegó para teñir dos días de color y alegría. El Hogar Yashodhara y nuestros niños lo vivieron con entusiasmo: Holi, festival del color celebrado al inicio de la primavera coincidiendo siempre con la luna llena. Durante la primavera, el tiempo cambia y se cree que causa fiebre y frío. El jugar lanzándose polvos coloreados tiene un significado curativo: los colores se hacen tradicionalmente de nim, kumkum, jaldi, bilva y de otras hierbas medicinales.
El primer día llega Holika. Se prepara una gran pila de madera y por la noche se queman todos los malos espíritus. Ocurre el ardor simbólico del mal. Los niños corretean alrededor de una hoguera gritando y silbando con gran emoción. La cena es elaborada de manera especial esa noche, se cocina un chapati dulce y se sirve con leche.
El primer día llega Holika. Se prepara una gran pila de madera y por la noche se queman todos los malos espíritus. Ocurre el ardor simbólico del mal. Los niños corretean alrededor de una hoguera gritando y silbando con gran emoción. La cena es elaborada de manera especial esa noche, se cocina un chapati dulce y se sirve con leche.
El segundo día la celebración es una explosión de color. Se preparan los polvos de color, cubos y barreños de agua. Se inflan globos con agua tintada de color y se lanzan los polvos a todo el que esté cerca. No hay quien no quede teñido y mojado, y los niños se lo pasan en grande. Es realmente hermoso el mosaico de colores que cubren los rostros y cuerpos. Entre risas y diversión, se agradece poder disfrutar un año más junto a los niños del Hogar.
Eshana Alcover
