Rupa, de 55 años, Dice que nunca olvidará el día que empezó a trabajar como taxista en una compañía de sólo mujeres, porque desde entonces es feliz. Logró independizarse económicamente y del marido que la había maltratado durante años. Antes no habría podido mantener sola a su hija, y no dudó cuando surgió la oportunidad de entrenarse con una compañía en Mumbai que da trabajo a mujeres en situaciones difíciles.
Con lo que gana conduciendo de noche (unos 116€ al mes), alquila una habitación en una casa compartida con otras mujeres y puede apoyar a su hija, que está estudiando para ser veterinaria. A pesar de su horario nocturno, dice disfruta de su trabajo y que su taxi es como su segunda hija. “Ahora nada es difícil para mí. Me siento útil llevando y trayendo a mis clientas a sus trabajos o adonde tengan que ir”, asegura. “Lo más bonito de estos proyectos conductoras mujeres es ver cómo les cambia la vida, cómo se hacen más fuertes y son capaces de salir y sacar adelante a sus hijos”, asegura la fotógrafa Serena de Sanctis, que hizo un proyecto sobre el tema.
El ejecutivo de operaciones de la compañía de mujeres taxistas dice que cada vez hay más personas que prefieren mujeres conduciendo taxis porque son más fiables y cuidadosas. Añade que el creciente número de mujeres jóvenes que trabajan y que pueden pagar el servicio, “prefieren ser llevadas por una mujer. Una mujer nunca va a abusar de otra”. Ya existen cuatro servicios diferentes de taxistas mujeres en India.
Una de las clientes frecuentes de Rupa asegura que le gusta viajar con ella porque es amigable, conoce todas las calles y nunca llega tarde a pesar de los atascos. Además, dice que es más seguro. “Llegué a vivir a Bombay justo después de que la violación en grupo de una estudiante en Nueva Delhi movilizara a toda la sociedad. Después de eso, mi familia me pidió que no cogiera cualquier transporte cuando fuera sola. Yo me siento y estoy muy segura con Rupa al volante”.
Fuente: elpais.com
