Las madres de India no son sólo madres, sino también las posibles generadoras de un cambio muy necesario para su país. Para millones de mujeres pertenecientes a las castas más bajas y de escasos medios económicos, ser madre supone una lucha por la supervivencia. Primero, la propia, y luego la de sus hijos, incluso antes de que nazcan. Tienen que abrirse camino en una sociedad que muestra una clara preferencia por los hijos varones debido a sus creencias y religión.
Ya en 2001, había 35 millones de hombres más que de mujeres en India, cuando en la mayoría de países predomina la población femenina. Las razones por las que una familia india puede preferir tener un hijo varón son que los varones son un medio para asegurar la vejez de los padres, ya que los hijos son los únicos que pueden tener independencia económica, heredar bienes y propiedades, e incluso orar por las almas de los padres muertos.
Una mujer supone un gasto económico porque no debe contribuir a los ingresos del hogar en ningún momento, y porque al casarse, las familias pagan dotes por sus hijas a pesar de que están prohibidas por la ley. Además, una vez casada, la hija “pertenece” a la familia de su esposo y pierde contacto con la suya propia. Enviar a la escuela a una chica adolescente conlleva un alto riesgo pues puede ser acosada, violada, maltratada e incluso asesinada. Las mujeres también son vistas como las más débiles y con mayor necesidad de alimentos y atención médica, lo que implica mayores gastos.
Todos estos motivos han llevado al aumento de los abortos selectivos e infanticidios en todo el país. Tal es la frecuencia de esta práctica que existen aldeas donde no hay agua potable, pero sí cuentan con este sistema. La alternativa para las mujeres que no tienen acceso económico a los abortos selectivos es el asesinato de niñas desde su nacimiento hasta los nueve años, rango de edad en el que disminuye drásticamente la población femenina.
Dado que India continúa siendo una sociedad orientada al sexo masculino, son las propias mujeres las que realmente tendrán en su mano un cambio en la realidad actual. Poco a poco, hay más y más madres que deciden tener a sus hijas a pesar de todas las desventajas que les pueda plantear esta decisión. Gracias a estas valientes mujeres, se podrán paliar las consecuencias de la discriminación y degradación del género femenino en India, tales como la creciente dificultad para casarse debido a la falta de mujeres, y un estancamiento del avance social que debería haber ido a la par que el económico.
Feliz Día de la Madre a todas las madres que aman y luchan por sus hijos e hijas.
Fuente: elpaís.com